Está bien documentado que los adolescentes son uno de los grupos con mayor riesgo de conducir distraídos. Ya sea enviando mensajes de texto, hablando por teléfono o revisando aplicaciones de redes sociales como Snapchat o Instagram, todos somos conscientes de los peligros que los adolescentes pueden encontrar cuando salen a la carretera. Curiosamente, un estudio reciente muestra que los adolescentes no están solos en sus hábitos de conducción distraídos: en una encuesta realizada para Common Sense Media, el 56 por ciento de los padres admitió revisar sus teléfonos mientras conducen.
El estudio muestra que es probable que los adolescentes no solo actúen de manera irresponsable por su cuenta. Están adquiriendo estos malos hábitos de sus padres, a quienes observan usando teléfonos celulares mientras conducen. Según la misma encuesta, el 51 por ciento de los adolescentes dijeron que ven a sus padres revisando y/o usando dispositivos móviles mientras conducen. Debido a que los adolescentes ven a sus padres jugar con sus teléfonos celulares mientras conducen, esto podría indicarles que este comportamiento es aceptable. Conducir distraído es una de las cosas más peligrosas en las que su hijo adolescente podría participar, y las consecuencias podrían ser mortales.
CONDUCIR DISTRAÍDO ES MÁS PELIGROSO QUE CONDUCIR EBRIO
Todos hemos sido advertidos de los graves peligros de conducir en estado de ebriedad. Miles de personas mueren cada año en accidentes en los que un conductor estaba intoxicado, pero enviar mensajes de texto mientras se conduce se está poniendo al día rápidamente. En 2015, hubo 3,500 accidentes fatales por conducción distraída y cerca de 400,000 lesiones, según el Departamento de Transporte de EE. UU.
Aunque existen leyes en los libros para proteger a los conductores de la conducción distraída, la aplicación de estas leyes puede parecer irregular en el mejor de los casos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 1/3 de los conductores de entre 18 y 64 años leen o envían mensajes de texto o correo electrónico mientras están en el tráfico. Como todos sabemos, puede tomar solo unos segundos distraerse de la carretera mientras leemos o enviamos un mensaje de texto, nos desplazamos por Twitter o incluso jugamos con nuestro mapa.
A medida que los padres enseñan a sus hijos adolescentes a conducir, es mejor darles un buen ejemplo y dejar sus teléfonos inteligentes. Enseñar a los adolescentes hábitos de conducción saludables garantizará que lleguen a casa sanos y salvos cada vez que salgan a conducir.
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